Muchos son los lances que componen el toreo de capa, Verónicas, Medias, Chicuelinas, Navarras, Gaoneras, Serpentinas, Revoleras, ...... y como no el hermano pobre, el Capotazo del toreo de briega. Bellísimo es ver a un buen peón colocando el toro en suerte apenas con dos, tres capotazos limpios, para mayor gloria del espada. Pero no sólo es usado el capotazo como sistema de briega, pues fundamental es su buen uso como recurso para quitarse el toro de encima en momentos de apuro.
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Capotazo. Quién no ha dado alguna vez algún que otro capotazo saliendo con gallardía después del encuentro. La sonrisa aflora justo después del suspiro de alivio. ¿Recuerdas el último capotazo que diste?. Yo doy tantos al cabo del día que no se con cual quedarme. Por eso prefiero uno de los mejores y más graciosos capotazos recibidos por éste burel que os cuenta la batalla:
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Capotazo. Quién no ha dado alguna vez algún que otro capotazo saliendo con gallardía después del encuentro. La sonrisa aflora justo después del suspiro de alivio. ¿Recuerdas el último capotazo que diste?. Yo doy tantos al cabo del día que no se con cual quedarme. Por eso prefiero uno de los mejores y más graciosos capotazos recibidos por éste burel que os cuenta la batalla:
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Difícil es elegir donde comer si son dos los que tienen que elegir. Más aún si de ellos es una señorita. No lo interpretes en tono machista, aunque ya me huelo la "excusatio non petita". Y es que la expresión castallena "me da igual" deja la pelota per secula en el tejado de aquel al que verdaderamente no le importa ni el donde ni el qué, el hombre con hambre que lo que hace es devorar. Como suele ocurrir, el me da igual va cambiando en cuestión de segundos, el tiempo justo que tarda en aflorar un antojo. ¿Adivinas cual fue el antojo de turno?. Aquel día le tocaron a las coquinas. Cambiado el rumbo hacia aquella cocina con garantía de calidad, todo era salibar soñando con la batalla de barquitos que se desencadenaría tras dar buena cuenta de la infantería de coquinas. Sentados ya en el bar con la cervecita en ristre y dada la orden al garçon tocado en suerte, éste, tras breve paseillo de ida y vuelta a la cocina para pedir permiso a la autoridad competente, baja las manos y cargando la suerte nos regala una serie de cuatro verónicas y una media de antología, al tiempo que dice con cara de pocker:
."Lo siento pero no tenemos coquinas.
Es que con el temporal los barcos no han salido a faenar."
.Es que con el temporal los barcos no han salido a faenar."
Tras lo cual con torería se marcha hacia las tablas de la barra orgulloso de la pincelada de arte que acababa de regalarnos.
6 comentarios:
A mi me dieron capote con una mariscada y no fue un camarero
Pero tu hiciste lo que los taurinos llaman el AVIÓN, entrar al trapo con una clase grandíííííísima.
Ya pa la próxmia recordarás que lo que se queda detrás tiene piernas y se pueden pinchar.
1BESO.
la proxima me lo llevo por delante seguro... quedo aprendida la leccion
Ciao
El toreo, como todo en la vida, se aprende, siempre y cuando se tenga un mínimo de cualidades para ello, pero cuando se trabaja de cara al público y en más de una ocasión las cualidades con las que nacemos no sirven para nada. Es ese el momento en el que empieza a hacer falta el oficio, y con él los recursos aprendidos.
Un Abrazo.
Pd: La cara de mongolo que se te queda cuando un profesional te pega un par de capotazos bien dados no tiene precio.
El toreo es mu lento miarma.
Una vez que no pude hacer el guiso de caracoles, resulta que se me pasó borrarlo de la pizarra, y a todo el que llegaba pidiéndomelos le decía:
-Mira miarma, espérate una mijita que los caracoles vienen solos y ara mismo están revirando por Santa Cecilia...
Pa cagarse en mis mula vamo.
Un saludasso.
Una fresquita amigo.
1BESO.
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