¿Lo escuchas?. Otro petardo. Bueno, si vives en el centro pocos podrás escuchar. Es lo que tiene vivir en la periferia. Yo llevo haciéndolo casi toda mi vida. Aquí es más fácil tirar petardos. Es cierto, también es más fácil comprarlos. Además, quién es el guapo que tira un petardo o un cohete en el centro, tienes a los munipas allí en cinco minutos. Mira otro petardo. Ah no, este ha sido un cohete. Lo sé porque suenan menos. No son cohetes como los del Rocío, son de esos pequeños de muchas luces de colores y poco ruido. Sí hombre, como Carlitos y Zafra.
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A mí de nunca me han gustado los petardos. Me daba miedo ver los dedos de mis amigos orgullosos de haber demostrado su valor gracias a un petardo con poca mecha. Y es que a uno la presión le ha podido desde siempre. Los petardos con poca mecha, para otros, que una explosión en plena carne duele. Joder!!! éste sí que ha sido fuerte. Aunque hay que entender a los niños, se lo tienen que pasar bien. Y a los niños les chiflan los petardos y los cohetes, y a algunos no tan niños..... Espera .....
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No. Era la tele. He ido un momento a la salita. El informativo. Es que allí también suenan cohetes. Los cohetes kassan esos que lanzan los terroristas de Hamas, de forma indiscriminada contra la población israelí de la frontera con Gaza. No, no es que les caigan especialmente mal los israelíes de la frontera, es que no llegan más lejos. No, no son misiles, son cohetes pero pueden hacer daño y de hecho lo hacen. Algunos caen en tierra de nadie, pero los que consiguen acertar en una casa suelen hacer daño. Pero no os preocupeis, Israel ya ha sacado sus juguetitos del video juego para matar a unos cientos de palestinos y devolver así todo a la "normalidad", aunque, pensándolo bien, esto también es normal, ¿no?.
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Bueno, dejemonos de "bombardeos rutinarios" y pasemos a lo verdaderamente importante. A lo que iba, si eres de los que celebras la salida y entrada del año con especial ilusión, quiero desearte que el año venidero te traiga salud y felicidad a reventar, para tí y para toda tu gente. Yo, como siempre, intentaré contagiarme de la felicidad con que algunos despiden el año y celebran la llegada del nuevo. Nunca lo he entendido. Como para mí, la primera uva y la última son iguales. Un agobio. Y es que, ya sabeis, uno no soporta muy bien la presión. Claro, cómo voy a celebrar el cambio de año si mi calendario es otro. No el chino no, yo soy más del Tijuana. Te lo puedes imaginar. Ya sabes fatiga que es uno. Porque para mí el contador siempre se pone a cero así, sin campanadas, sólo con el dulce tintineo de los Rosarios de mi Niña, mecida por mis chiquininos.
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Lo dicho, 1BESO, y si nos vemos mañana o cualquiera de los 364 días siguientes, que sea en un Bar, pero no trabajando, o mejor sí, si quien trabaja eres tú, así me invitas.