HERMANO MAYOR, PREGONERO, MAESTRO y costalero.

Soy como Mayra Gómez Kemp. Permíteme que te tutee, seguro que te acuerdas de aquella presentadora que todos los viernes por la noche en un programa llamado "Un, Dos, Tres" decía aquello de "en uno de estos sobres está el coche. Yo nunca miento". Pues bien, como yo tampoco suelo mentir, debo reconocerte que no ví ni escuché tu pregón.

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¿Que por qué? No lo sé. Posiblemente el Domingo del Pregón estoy ya tan nervioso, que lo que menos me apetece es intentar concentrarme, para luego tomarme cervecitas opinando sobre un pregón que lo más probable es que no me haya gustado. Y es que es muy dificil superar a mi hermano. ¿Verdad Jesuli?

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Pero del tuyo me han llegado unas frases - que no versos, porque no los hubo, o tal vez sí?- :

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«hubo un tiempo en que los hermanos elegían a su junta de gobierno; la junta al capataz y el capataz a sus costaleros y cada cuál sabía perfectamente dónde empezaba y dónde terminaba su tarea; y aquello no era autoritarismo sino orden y sentido común. Pero ese equilibrio se invirtió en algunos casos y de aquellos polvos vinieron algunos lodos molestos»

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Quiero entenderte HERMANO MAYOR, y creer que el pasado Domingo ejerciste de PREGONERO y además de MAESTRO, dando una lección sobre cual debe ser el status que por su bien debería recuperar nuestra Semana Santa, poniendo a cada uno en su sitio.

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Pero HERMANO MAYOR da la cuasualidad que en el pasado fuiste "costalero" y parece ser que en tu estatus el costalero está como el 20 de la liga.

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Quiero entenderte, y creer que es una crítica constructiva dirigida a los hermanos mayores que utilizan al costalero para ganar elecciones, vender papeletas, desestabilizar, levantar veladas, ayudar a montajes, dar vida a la hermandad, ... Sí, a aquellos que pierden el culo tomandose cervecitas con los costaleros para luego volver a olvidarse de ellos una vez consiguen su objetivo. Sí hombre, a aquellos que ponen en último lugar la opinión del costalero. Sí hombre, a aquellos que se creen en posesión de la verdad más absoluta sobre cual debe ser el estilo de SU hermandad. Que sí, a aquellos que son capaces de vender a cualquiera por conseguir SU vara, salir en la foto, dar su nombre a conocer y pasar a ser "fulanito de tal, el hermano mayor de ... ".

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Pero no puedo evitar sentir un tufillo. Ese tufillo del que en su dia me advirtió mi padre "niño no seas tonto y no sufras la humillación que sufrió tu abuelo Andrés" y yo le contestaba "anda ya papá, que los tiempos han cambiado". Ese tufillo que los costaleros profesionales dejaban en los bares cuando con mucha suerte podían salirse y tomarse un vinito. Ese tufillo del que se quejaba la clientela, mirando mal y preguntando al encargado que por qué les dejaba entrar. Ese tufillo del que muchos engominados siguen huyendo. Ese tufillo del que algunos todavía se vanaglorian de no participar. Ese tufillo que sigue molestando a los que sienten perder su poder a favor de los "sacapasos esos", motivo más que suficiente para tenersela jurada.

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Quiero entenderte y creer que tu no piensas que "se debe devolver al costalero al lugar que nunca debió abandonar, lo más alejado posible de la elite de las hermandades", de aquellos que con seguridad habran disfrutado de tu pregón desde el mismísimo patio de butacas, de aquellos que desde su atalaya dictan sentencia.

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Quiero estar seguro que esa no ha sido tu intención, porque el costalero, como el torero, nunca deja de serlo, aunque se retire de las trabajaderas. O tal vez sí?