sábado, 6 de septiembre de 2008

NIÑA MUJER

En el mismísimo corazón de la vieja madre Tierra, protegida por los Cárpatos al Norte, columna vertebral del centro de Europa y el gran Danubio al Sur, su arteria de vida, la antigua Dacia mira al Mar Negro, salado y dulce a la vez.
.


Dacia, tierra de gente fuerte y orgullosa, Decebalus, respetados por los romanos, en honor a su rey Diurppanneo, fuerte como diez. La que nuestro sevillano Trajano convirtió en romana como Híspalis. La dura y bella Dacia, corazón verde, de penetrante belleza, de murallas de montañas, Cárpatos, Carpatus, Carpats o Carpati; la de los mil castillos, la de las mil fortalezas, la de los mil monasterios; al norte y al oriente guarda el tesoro, joya de los Habsburgo, frontera del imperio; meseta de interminables prados, espejo de lagos y bosques sin fín; la regada por el Suceava y el Moldova; la mil veces envidiada, la heroica SUCEAVA, con sus mujeres de helado semblante y fuego en la mirada, las de fuerza racial y sonrisa de mirada esquiva. Suceava la de Bucovine, la que desde Zamca vió nacer a una morena de ojos verdes, guapa, tímida, tierna y ruda a la vez, como su sangre Dacia, una niña de la vieja Europa, una niña mujer, nuestra niña de Suceava que para siempre será Sevillana, la que queremos que siga sonriendo como siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene que ser Preciosa, como su raices.

nefer dijo...

Lo es amiga, sobre todo por su sonrisa tímida y humilde, algo que por desgracia está en peligro de extinción.

1BESO.