domingo, 22 de junio de 2008

EL REGRESO DE LA CCCP


Desde pequeño me enseñaron a amar el comportamiento de los deportistas rusos, sobre todo el del fútbol ruso. A una selección respetuosa con el balón y con el contrario. Una selección que por no molestar ni siquiera protestaba a los árbitros, de uno español que le robó un partido contra Brasil en el Sánchez Pizjuán mejor no hablar. Una selección alegre, un equipo sin músculo pero veloz con el balón, un equipo que presionaba arriba, un equipo que sacaba la pelota jugada, un equipo valiente, una selección que esta noche ha vuelto al estilo de la CCCP, unos jugadores que le han sacado los colores a la Holanda de la que "todos" hablaban maravillas y que sólo le ha creado peligro a balón parado.
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Un equipo con un Denis KOLODIN (8) que nos ha maravillado con su fuerte disparo desde fuera del área.
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Un equipo con un Sergei SEMAK (11) que ha hecho la línea en el centro del campo, para él solito frenar cualquier posibilidad de contragolpe holandés y que además, tras una maravillosa pared con Arshavin, pone el balón a Pavlyuchenko en el primer gol.
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Un equipo con un Yuri ZHIRKOV (18) que es en sí un tratado de cómo sacar la pelota jugada sin jamás dar un pelotazo.
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Un equipo con un Roman PAVLYUCHENKO (19) alto, fuerte, con mucha calidad, listo, rápido, noble, increible en la anticipación e impresionante en el desmarque, como en el primer gol.
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Y como no, un equipo con un Andrei ARSHAVIN (10) que aunque ya se le conocía, hoy se ha doctorado como un genio de esto del fútbol. Un futbolista de los que por sí solos llenan de ilusión al mundo del balón. Un futbolista imprevisible, genial, maravilloso. Un futbolista que ha frabricado el segundo gol de su selección y que se ha inventado para él solito el tercero. Un verdadero CRACK que luce el 10.
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Qué bonito es el fútbol cuando se cree en él. Ahora nos toca creer a nosotros.

1 comentario:

Moe de Triana dijo...

Anoche aluciné viendo el partido, Rusia demostró ilusión y confianza en si misma, junto a Turquía están demostrando que el fútbol no son sólo nombres y sueldos millonarios.

A Arshavin le pintá la cara con betún marrón y por mi mare que es Romario miarma...

Un saludasso.